miércoles, 11 de noviembre de 2015

Julieta Cattalin

Licenciatura en Educación Inicial y Primeras Infancias
Seminario: Taller de lengua: alfabetización inicial.
Alumna: Julieta Cattalin.
Consigna coloquio: Reflexión sobre el propio proceso de escritura

foto:a.b.

Frente a este nuevo desafío de re-pensar los modos y enfoques en que las docentes llevamos adelante las prácticas de lectura y escritura en la primera infancia, hizo volver a mirar mi historia personal. Esta historia personal relacionada con mi camino lector, la redescubrí cuando, durante el seminario de taller de lengua: alfabetización inicial se nos pidió que contáramos como había sido ese recorrido desde nuestra infancia vinculada con la lectura. Hasta ese momento yo no había tomado dimensión de lo rico y estimulante que resultó mi experiencia con los libros y que ese entusiasmo por los mismos prosiguiera hasta la actualidad. Desde muy niña mi mamá me llevaba a la biblioteca “Domingo Faustino Sarmiento” y de esa manera podía yo misma elegir los cuentos que me interesaban. Por otra parte este trayecto de todo el seminario me permitió hacer un análisis crítico que apunten a favorecer la construcción de este proceso; siempre teniendo en cuenta al niño y a la niña como sujetos del lenguaje, ya que desde que nacemos estamos relacionados con experiencias que suponen el pensar, el conocer. Y si bien no se ha llegado a decodificar la palabra escrita, si podemos vivenciar textos, letras de un contexto determinado y/o inmediato, que por ende nos sumerge en la lectura.
A partir de esta reflexión pude vislumbrar la posibilidad de poder generar espacios vinculados a los procesos de lectura y escritura, también ubicarme no solo como lector sino como escritor, permitiéndome poder llegar a utilizar diferentes recursos y estrategias que puedan llegar a resolver problemas, brindar experiencias enriquecedoras, favorecer la autonomía, etc. Si bien esos espacios aún no los he podido ocasionar por no trabajar en las salas de 4 y 5 años, sé que todo el material leído y el trabajo realizado, me ayudará en la ardua tarea de construir el proceso de lectura y escritura en dicha salas. Sí acompaño el proceso de alfabetización de los niños desde muy pequeños, ya sea ofreciendo un ambiente alfabetizador, trabajando con libros, con diferentes lenguajes y desde la imagen.
Con respecto a mi propio proceso de escritura, quería aportar que las primeras ideas que originaron la escritura, no estaban del todo claras. Tras enviar algunos escritos a la profesora, se me sugirió avanzar con la lectura.  Así lo hice y poco a poco las ideas  cobraron forma en el proceso, en la indagación, en la lectura y en el trabajo sobre el propio tema.
Quería concluir esta reflexión, resaltando lo fructífero, provechoso y rico del material ofrecido para este seminario. Aunque debo reconocer que la escritura del trabajo me llevó tiempo, esfuerzo y me angustió, no fue así con la lectura. Esta sí la disfruté al máximo y sé que voy a volver a ella en otras ocasiones cuando sienta el deseo. Dice Laura Devetach: “Cuando el deseo de leer nos toca el hombro, quizás sucede porque tenemos instalados deseos previos en relación a las palabras de otros, ordenadas en un texto.”

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