miércoles, 11 de noviembre de 2015

Maria Eugenia Ratto

LICENCIATURA DE NIVEL INICIAL Y PRIMERAS INFANCIAS TALLER DE LENGUA: ALFABETIZACIÓN INICIAL
 Docentes: Ángela Baldengo / Viviana Edsberg
 Alumna: María Eugenia RATTO
Año: Noviembre 2015 Taller de Lengua: Alfabetización Inicial

Llevar adelante el trabajo pero también escribirlo implicó la posibilidad de transitar un camino de idas y vueltas. La lectura bibliográfica sugerida y el cursado de la materia me llevaron a lugares conocidos y otros desconocidos, lo que fue generando en mi interior curiosidad y una actitud reflexiva que me permitió darme algunos permisos no antes otorgados; así como por ejemplo; poner en dudas algunos conceptos fuertemente arraigados , la posibilidad de mirar mi prácticas desde otro lugar y la tranquilidad de saber que el conocimiento requiere de cuestionarse, de volver hacia atrás, de dejarse llevar para de esta manera poder avanzar sin desesperar. Fue necesario entonces re pensar algunos conceptos y analizar los distintos referentes teóricos en relación a la alfabetización, lectura y escritura. Como así también que tienen en común estos conceptos y su implicancia en mi práctica diaria. El camino no fue fácil, al principio me sentí desorientada y angustiada no sabía cómo plasmar en palabras aquello que en mis pensamientos se encontraba tan desordenado. Muchos borradores, vueltas a empezar y preguntas sin respuestas para dar, finalmente decidí comenzar y lo hice definiendo algunos conceptos como “sujeto” e infancia, conceptos que no me parecían arbitrarios ya que no es posible entender las practicas de lectura y escritura sin saber desde que concepción de sujeto vamos a trabajar y cómo es posible pensar la infancia donde el niño está inmerso, infancia que como dice Graciela Montes no deberá perder la dimensión de lo imaginario, de lo ficcional , en la medida que toda la memoria del pasado implica algo de invención. Por momentos sentía , que mientras leía todo el material de la cátedra, más me alejaba de lo que quería escribir. Ahora bien había que seguir sin desanimarme y fue así como en Larrosa encontré una puerta que me permitió continuar. La confianza de que lo leído no sería en vano, la posibilidad de permitirme que mis preguntas no tengan respuestas ciertas, que pueda escribir para darle fidelidad a lo que había leído, alegrarme con algún descubrimiento y
Foto:a.b.
 seguir leyendo…. por momentos sin entusiasmo pero con una actitud de desafiante y de confianza. Di comienzo al proceso de escribir el trabajo en medio de una mesa llena de libros, llamadas telefónicas, demandas familiares, noches interminables. Pues bien a simple vista estas palabras parecen no tener sentido, pero realizar este trabajo fue un camino complejo, tan complejo y gratificante como el camino de enseñar y aprender, de enseñar a leer y a escribir o simplemente de leer y escribir. Debo reconocer también que a medida que me iba sumergiendo en mis escritos me asombraba de mi misma tenía mucho que aprender pero también vivencias y experiencias que aportar. No podía correrme de ese lugar, soy estudiante aquí y docente allá pero también una docente que estudia. En mi trabajo hay puesto mucho de mi de lo que soy, de lo que pienso de lo que aprendí en el seminario y de mi ser docente. Soy todo eso y cuando escribo lo hago desde ese lugar tratando de aportar y sumar conocimientos para mejorar. De a poco las ideas se iban ordenando, el trabajo tomaba forma, forma de lo que yo quería escribir y el cómo hacerlo y me iba gustando y entusiasmando. La angustia inicial le daba paso a una alegría incipiente. Finalmente sentí alivio, entre los textos y yo se había producido una fuerte intersubjetividad, tanto que ya no soy la misma y seguramente los textos tampoco

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