jueves, 12 de noviembre de 2015

Mariela Theiler


Foto:e.b.
Universidad Nacional del Litoral
Licenciatura Primeras Infancias
Seminario Lengua: Alfabetización Inicial
Cohorte 2012
Profesoras responsables de cátedra: Ángela Baldengo Viviana Edsberg
Alumna: Profesora Mariela Theiler


“Decir que el acto de escribir es más que su cualidad comunicativa no equivale a negar esta última, sino que, más bien, implica sostener la tensión de lo comunicable y lo no comunicable, de lo legible y lo ilegible” (Silvia Schelemenson)

Este seminario es y fue una experiencia personal, donde para mi escribir es ir de frente hablar con honestidad donde nos jugamos con nuestras palabras, escribir lo que pensamos y no decirlo en voz baja.

Este proceso de escritura fue interesante porque hubo fascinación y temor sobre lo que he leído y sentido frente a una hoja en blanco.

Desde nuestra perspectiva, el derecho a incorporarse a la cultura escrita, a ingresar en el mundo literario y en el mundo del saber a través de la lectura y escritura, puede y debe estar presente desde el comienzo de la escolaridad.

Por eso pienso que desde el día que escribí mis primeros trazos en mi niñez he sentido que nadie ha truncado esa libertad de escribir en mi vida.

La alegría de escribir mi propio nombre esperando el alago de las personas que te rodean, luego el acompañamiento de los docentes en la escolaridad, o marcas imborrables de docentes que nos daban como tarea “Debo escribir 20 veces “vaca” como error o las horas de caligrafía donde cada letra debía salir a la perfección.

Es por eso que cuando me detengo a leer y releer a Graciela Montes coincido en que […] lo primero que puede hacer un maestro que quiere “enseñar a leer” es crear la ocasión, un tiempo y unos espacios propicios, un estado de ánimo y también una especie de comunión de lectura […]

La pedagogía de la escritura debería ayudarnos a los maestros niños y a los jóvenes a descubrir esta dimensión de rebeldía, de aventura, de experimento y de juego incierto que tiene el acto de escribir. Lo demás es gramática.

La decisión de escribir, de dejar una marca, supone haber alcanzado, o desear alcanzar al menos, alguna lectura. Escribir es una forma de estar leyendo, del mismo modo en que contar es una forma de leer lo que se cuenta. La sola formulación en palabras ya es una lectura.

Por eso esta experiencia en mi escrito de alfabetización hizo reflexionar sobre mis prácticas coincidiendo con Emilia Ferreiro “leer y escribir son verbos que dejaron de tener una definición inmutable, son construcciones sociales” donde cada circunstancia y época histórica dan sentido a esos verbos” (2000, octubre 13)

Romper y desestructurar esas prácticas generan miradas de cómo y para qué enseño, entonces es ahí donde debo sostener mi convicción de que podemos transformar y enseñar a partir de lo cotidiano, desde lo que los niños traen y ofrecen, desde diferentes ambientes culturales, trabajando con una pedagogía cooperativa, inclusiva, abierta; una pedagogía que permita aprender con los otros intercambiando opiniones y experiencias, encontrando soluciones comunes para la formación de sujetos sociales, brindándoles un espacio atractivo, donde se reflejen las tareas que se van desarrollando, tratando de hacer visible aquello que se hace a través de elementos tangibles, convirtiendo el ambiente en un ambiente alfabetizador.

Para ir concluyendo quisiera finalizar con estas palabras que generaron en mi un recuerdo de mi infancia, de algún momento vivido y porque no de mi camino lector en donde Paulo Freire dice así “…La curiosidad del niño no se iba a distorsionar por el simple hecho de ser ejercida, en lo cual fui más ayudado que estorbado por mis padres. Y fue con ellos, precisamente, en cierto momento de esa rica experiencia de comprensión de mi mundo inmediato, sin que esa comprensión significara animadversión por lo que tenía encantadoramente misterioso, que comencé a ser introducido en la lectura de la palabra. El desciframiento de la palabra fluía naturalmente de la “lectura” del mundo particular. No era algo que se estuviera dando supuesto a él. Fui alfabetizado en el suelo de la quinta de mi casa, a la sombra de los mangos, con palabras de mi mundo y no del mundo mayor de mis padres. El suelo mi pizarrón y las ramitas fueron mi gis.”

Aún estoy en la búsqueda, en ese camino que poco a poco se abre descubriendo nuevos horizontes… ese camino de la literatura y la escritura.


BIBLIOGRAFÍA CITADA:
FREIRE, Paulo (1991). La importancia del acto de leer (fragmento). En: La importancia de leer y el proceso de liberación. México. Siglo XXI Ediciones.
FERREIRO, Emilia (2000). Leer y escribir en un mundo cambiante. www.biblioteca.unp.edu.ar
MONTES, Graciela La gran ocasión, la escuela como sociedad de lectura. MEC y T. dirección nacional de gestión curricular y formación docente.




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