lunes, 9 de noviembre de 2015

Marcela Nedelcovich

Facultad de Humanidades y Ciencias
Licenciatura de Educacion Inicial y primeras Infancias
Taller: Lengua y alfabetizacion inicial
Profesoras:
BALDENGO, Ángela Lidia.
EDSBERG, Viviana Alicia.

ALUMNA: NEDELCOVICH, Marcela.
FECHA DE COLOQUIO: 07/11/2015
foto:e.b.
Coloquio: Reflexión sobre propio proceso de escritura.

Llegar a esta instancia, fue recorrer un largo el camino, con algunos obstáculos que se presentaron, pero inesperados los logros alcanzados
. El darle el lugar a la escritura, no ha sido una tarea sencilla. La duda de no saber qué decir fue como la protagonista en un primer momento, después fue saber cómo decirlo, y así empezó a aflorar la incertidumbre acerca de la claridad que tenía aquello que decía. Después de varios intentos con pocos aciertos logré alcanzar el disfrute y goce de escribir, de expresar, de compartir aquello que tenía que para decir. Sobre todo, encontré la certeza de que era válido aquello que pensaba y por qué o no compartirlo. Fue así como comencé a disfrutar y tener más y más ansias de escribir y reescribir ese torrente de ideas, pensamientos y sentimientos más o menos claros que iban apareciendo y que poco a poco les iba dando forma, forma de palabra. Con significados más o menos claros, más o menos compartidos, certeros, pero sin lugar a dudas plenamente honestos. Leerme no fue tarea fácil, y releerme, luego de unos días después de haber escrito, mucho menos. Pero ya estaba ahí, ya me había dado lugar y el permiso para jugar con la palabra y sobre todo darme permiso para expresarme por medio de la palabra escrita. Y así pasaron los días y comencé a disfrutar de aquello que hacía, sin sentir presiones ni obligaciones, solo estaba estimulada por el humilde hecho de jugar con mis palabras. Fue crear un juego para que y con esas palabras suenen disparatadas, serías, creíbles, descabelladas, graciosas, demasiado sinceras, pero que en algún momento me habían causado hasta algún tipo de angustia. Al terminar de escribir este trabajo puedo decir que he redescubierto mi profesión y también mis ganas de escribir. Puedo decir que gracias a este taller pude revisar mis prácticas en el aula y hacer un “mea culpa”, reviviendo en los momento de escritura mis errores y sacarlos a la luz. Abordar este tema de Alfabetizar por medio de los lenguajes expresivos, me permitió conocer, ver más allá, redescubrir otras lecturas y acercarme al arte desde otro lugar, un lugar maravilloso lleno de magia; indispensable y tan necesario en la docencia. También puedo decir que de ahora en adelante la alfabetización para mi seguirá siendo un tema para preocuparme como siempre, pero también con conocimientos para ocuparme, porque como dicen las profesoras de este taller: “nadie puede trasmitir algo que no conoce”. En este proceso de escritura aparecieron recuerdos, anécdotas, sentimientos, emociones, olores, lugares, personas, que fueron el motor de mis escritos, que alimentaban una y otra vez cada cosa oración que escribía, cada idea que aparecía. Por eso pienso que es importante lograr un trabajo conjunto, cooperativo e institucional en proyectos alfabetizadores desde todos los ámbitos, con el compromiso de buscar nuevos modos de abordarlos, avalados con profesionalización y autoridad para poder aplicarlos de otros modos a los lenguajes expresivos. Es por eso que me comprometo no solo a seguir capacitándome, sino también a seguir escribiendo, porque seguramente mañana tenga más cosas que preguntarme, más cosas para cambiar, y más cosas para aprender y seguramente más cosas para escribir. Este taller sin lugar a dudas fue una experiencia enriquecedora, de mucho aprendizaje y sobre todo, liberadora y placentera a fin de cuentas. Puedo ahora afirmar que las experiencias fueron tan variadas como provechosa. Y han dejado, finalmente, no sólo un trabajo para la licenciatura sino un gran descubrimiento y conocimiento personal en torno al acto de escribir, como así también, enormes ansias de continuar haciéndolo.

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